Dispositivos extraíbles en caliente  

Posted by Danny in

Llegar a estos niveles de disponibilidad en los sistemas no es nada sencillo; los ordenadores no son más que máquinas electrónicas y, por tanto, están expuestos a todo tipo de catástrofes. Algunas compañías han diseñado componentes de ordenadores que son intercambiables en caliente, es decir, sin apagar el ordenador.

Esta característica está muy extendida en los discos duros de un cierto nivel. De hecho, en general, los discos en configuración RAID suelen residir en torres de discos conectadas al procesador central o a la red a través de buses de comunicaciones muy rápidos, y suelen ser intercambiables en caliente.

Últimamente, en servidores muy especializados, están apareciendo tarjetas que también se pueden cambiar en caliente. El desarrollo de las técnicas Plug & Play en los sistemas operativos, por ejemplo en Windows, hace que el sistema reconozca inmediatamente la nueva tarjeta y prosiga su funcionamiento en pocos segundos.

Configuraciones en cluster

Para una instalación, disponer de un único servidor es un gran riesgo: el trabajo de una empresa se puede paralizar si su servidor corporativo falla. Los clusters de servidores vienen a solucionar, entre otros, este problema. Un cluster es una asociación de ordenadores que comparten periféricos de almacenamiento y entre los que se establecen unas fuertes relaciones de cooperación en el trabajo que realizan.

Así, si uno de los servidores del cluster deja de funcionar, otro miembro de ese cluster absorberá su trabajo. El rendimiento del sistema se resentirá de algún modo (se ha perdido un servidor), pero no se perderá la funcionalidad total del sistema.Entre los sistemas operativos de red capaces de organizarse en forma de clusters están algunas versiones de UNIX, Windows NT Advanced Sever, Windows 2000 Advanced Server y Datacenter Server, y las versiones superiores de Windows 2003 Server.

Plan de contingencias ante desastres

Aunque se pongan todas las medidas imaginables, siempre puede darse una situación no prevista en la que el sistema deje de funcionar. El tiempo de parada será menor si está previsto (e incluso probado) con antelación cómo hacer frente a cada avería concreta. El documento que recoge qué hacer en cada momento se denomina plan de contingencias. Es uno de los documentos más importantes que debe preparar el administrador de red. El plan de contingencias es la mayor garantía de que no se dejará llevar por la precipitación ante una situación de desastre.

Actividad 4

Sobre un servidor Windows (no funcionaría sobre una versión cliente), instala dos discos duros, en uno de los cuales instalarás el sistema operativo. Una vez instalado, comprueba que el sistema ve los dos discos físicos desde el administrador de discos de Windows. Ahora convierte en dinámicos los dos discos. Crea un espejo del disco de sistema en el segundo disco. Una vez terminada la operación, comprueba que puedes arrancar un sistema idéntico desde cualquiera de los dos discos.

Posteriormente, estando el sistema en funcionamiento con el espejo correctamente realizado, apaga abruptamente el equipo desconectando la alimentación. Vuelve a encender el equipo, preséntate en él y arranca el administrador de discos. Observarás que el espejo se está reconstruyendo para garantizar la integridad de la información en los dos discos: el apagón no permitió la sincronización de datos y ahora el sistema pone en marcha mecanismos de reparación.

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